martes, noviembre 29, 2005

= Me cago en la Condechi =



El soundtrack de tu vida fue: Los Abandoned - Panic-Oh (self-titled EP, 2004).


Precaución, post cropofílico a la vista, tome sus precauciones.

Querido diario:

Interrumpimos nuevamente la saga del blog de las estrellas para traer a los hombres y mujeres de buena voluntad, un mensaje de odio y separatismo, básicamente.

No estamos hablando de la Navidad, a ésta ya la odiamos suavemente; las razones ya han sido expuestas con anterioridad.

En esta ocasión hablaremos sobre una de tantas colonias de esta bella metrópoli, que tiene la misma característica de las personas únicas e irrepetibles: o la adoras con frenesí, o la odias con todo el veneno de tu rencor.

Y es el segundo sentimiento el que me motiva en esta ocasión.

Cada vez que voy a la Colonia Condesa, me entran ganas de llevar una madeja de estambre conmigo, atar un extremo a un poste y adentrarme a sus calles con el resto, a fin de poder localizar la dirección por donde ingresé. La Condesa tiene la enorme desventaja de haber sido diseñada por un malnacido amante del ajenjo y los laberintos, que si bien le da ese aire concéntrico de exclusividad, también se vuelve un dolor de genitales el andar por ella; tal acto sólo es posible si no se tienen otros compromisos en el día, si se hacen acompañar de un nativo o condechifrénico o si se cruza con los ojos cerrados.

Aparte del olor a pretensión y el sentimiento de infula henchida en orines que se perciben en el centro de la colonia, donde se localizan una centena de establecimientos variopintos y donde uno puede encontrar lo sublime y lo ridículo en el mismo vistazo, la condesa adolece de las consecuencias de su boom mal planeado y cancerígeno: un horda de idiotas en automóviles que no se encuentran capacitados para usar el claxon de su automóvil, molestos e inseguros franeleros avorazando la oportunidad de asignarse el legítimo derecho de cuidar la unidad en la que andas, el vértigo que provoca el conducir por periodos prolongados por la calle de Ámsterdam y el olor a basura, que no se desecha con la misma velocidad con la que se genera.

El gobierno del Defe, previendo estos sentimientos de animadversión de un sector importante de la ciudadanía, ha acondicionado diversos puntos en las calles circundantes de la colonia, donde se prestan servicios sanitarios a las pobres víctimas intoxicadas con el noscivo ambiente wannabeista, se ofrece alivio a las náuseas y las seguidillas a flor de piel por los humores pendejorros y se trata la roncha sensibilidad al vano pensamiento, que producen migrañas y derrames de bilis.







Esto es modernidad, no mamadas.

Finé.

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Atte.

El Hijo de Nadie

lunes, noviembre 21, 2005

= El Geekameron II =

El soundtrack de tu vida fue: Daft Punk - Technologic (Human After All, 2005).



Geekas y geekos:

En el siglo pasado, durante sus últimas dos décadas, el boom de la tecnología entró por la puerta frontal y se metió hasta al cuarto de su hija, la señorita.

La noción de los electrodomésticos como índice de cariño-sacrificio-status-paternidad responsable dentro de los hogares no era nueva: existe en la ideosincracia mexicana desde los años 60 (10 años después del fenómeno gringo, así era antes y así fue durante mucho tiempo).

Una casa sin televisor era una casa sin una ventana al mundo, al noticiero, al sano entrenimiento y hasta a la educación. La modernidad se deslizaba en los hogares con suavidad y con calma, tomando paso a paso a la temerosa familia y desvirgando caballerosamente su resistencia al cambio. Todos tenemos Betamax, todos estamos bien.

Es el pequeño aparato que ven arriba el que inició en modesta vivienda de la colonia Ogrero Bubular, el último movimiento de resistencia contra la nosciva tecnología, que todo lo corrompe, que adultera los valores familiares, separa a las familias y convierte los cerebros juveniles en waffles de sesos a la mantequilla.

David Enríquez Núñez era un hombre visionario: desde mediados de los ochenta ya sabía que la información era equivalente a poder, ergo: el individuo que ejerciera absoluto control de los electrodomésticos de punta poseía un pase directo a el pedestal de la máxima autoridad. "Tu eres imbécil, mi pequeñ@ rivereñ@, me necesitas para manipular todo aparato que tenga botones y comandos en técnico inglés; necesitas de mi aprobación, previa inducción impartida por MI, para ejercer el uso de UN botón del aparato". Así fue la vida con mi querida Luzyfer hasta que ésta tuvo el detalle de parirme.

Pobre tonto, ingenuo charlatán.

A los 7 años armaba y desarmaba mis juguetes, a los 9 ya había desarmado una alarma que tocaba el bonito fragmento de la ópera Carmen y reensamblado exitosamente, a los 14 tenía el control absoluto de los controles remotos. Y a pesar de la resistencia paterna, que hasta el momento había logrado moderar mi apetito tecnológico, el siguiente salto sería contundente para el Hijo de Nadie.

Más, necesito más.


Cuando el nerd era el adjetivo pujante, ya era bien conocida la relación entre geek y la tecnología, encarnada en la propiedad y dominio de las primeras PCs, cargadas con poderosos requerimientos medidos en kbs y en programas ejecutados por el innovador MS-DOS.

En la Secundaria, los discos de 5 3/4" era un gesto fetichista, y todavía había muchos "nerds" que miraban los floppies con extrañeza, picando simiescamente la funda de papel, mordiendo los bordes para captar algún sabor conocido y manoteando el objeto de color onyx con profunda incomprensión. Cómics y tarjetitas para los jodidos, esa era la consigna.

3 años después, una wannabe puestísima a iniciar su escalada social -que por cierto culminó en desastre y tragedia-, dejó olvidada en mi hogar una de las primeras Lap-TOP que venía con el sistema Windows 1.0 precargado. Después llegaría el Sr. Duplancher con ímpetus alfabetizantes y me daría mis primeras clases de MS-DOS.

El destino me estaba cerbataneando bolitas de papel con salibola para que pusiera atención, al final yo me fuí de boca.

Hoy día, hablar de la importancia de estos cachivaches es una redundancia del tamaño de un trailer.

Pero las computadoras y sus múltiples presentaciones es tan sólo una pestaña en la gigantesca libreta del tema "tecnología en el hogar".

Televisión satelital, microondas de calentado envolvente, internet a exceso de velocidad, cámaras digitales con lentes carl zeiss o lentes desmontables, videocámaras del tamaño de un encendedor, teléfonos celulares que son centros de entretenimiento ambulantes, quemadores de DVDs para el Home Theater, videojuegos en donde puedes ser un dios y decidir sobre la vida de criaturas rendereadas generadas por un mañoso motor gráfico: la tecnofagia, como el deterioro, no tiene límites.

Y es que antes que geek, tengo que confesar mi penosa manía: soy un tecnófago declarado, y no existe terapia que me haga separarme de mi molesta (y costosa) obsesión.


Sabe dios si este nuevo fenómeno es el principio del fín de todas las cosas, o sólo el principio de cosas imposibles.









Big, fat orrore.

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Atte.

El Hijo de Nadie.

miércoles, noviembre 16, 2005

= La Flojera sin Fin=



El soundtrack de tu vida fue: Mick Jagger feat. Lenny Kravitz - God Gave Me Everything (Goddess in the Doorway, 2001).

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Querido diario:

Ya sé que estoy en medio de una saga, pero aunque temas nos sobran, nos falta concentrancia: tengo déficit de atención y quiero un Chow Mein de calamar.

Asi que le pongo soundtrack nuevo a la amable audiencia para que "rockee" un rato con su servilleta, súbanle a las bocinas y griten:


God gave me everything I want
Come on
I'll give it all to you
God gave me everything I want
Come on
I'll give it all to you

Can´t stop, can´t stop
I still looking now...


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Atte.

El Hijo de Nadie




- Cuando sea grande, quiero ser como usté, verdá de dios. Posted by Picasa

jueves, noviembre 10, 2005

= El Geekameron I =


El soundtrack de tu vida fue: The Dears - Lost in the Plot (No Cities Left, 2003).

Post dedicado a Un tal Abominable Mario, inspirado en un post de Mar Castro.

Love the geek, hate the chili cucumber.
Ella es totalmente geek y genuina, vean si no.

Precaución: Chorizísimo a la vista, lea bajo su propio riesgo. Habemus mastodonte.

Geekas y geekos:


Es por todos bien sabido que en los últimos diez años, la opinión pública sobre la población de los clavados de la información nos ha puesto en la mira de propios y extraños. Nunca ser geek fue tan cool como ahora.

Cuando se es por tanto tiempo como su servilleta, puedes remontarte a un mamotreto de razones por la cual ser geek es ser acá, tu. El error es pensar que alguna vez fue diferente.

En los primeros años de la década de los ochenta, el término nerd no era ni siquiera concebido por la población mexicana metropolitana. En esos días, el matadito era el adjetivo usado para aquellos que se obsesionaban con el conocimiento, todavía no era concebible que pudiera existir disciplinas ni mucho menos un estilo de vida alrededor "de".

En un país donde el pendejo era la sopa del día y el neófito es rey, el estudioso era dios y su palabra era ley. El eterno problema era distinguir al neófito del estudioso (asunto imposible para un pendejo), asi que aplica la frase número uno de la colonia Ogrero Bubular, cuna de la economía te-encargo-mi-mandado: "el pendejo paga doble".

La discriminación tenía otros matices: el rico, el pobre, el guapo, el feo, el listo, el imbécil, el flaco, el panzotas, indio, el güero, etc, etc, etc.

En los años siguientes, la ideosincracia popular llegaría a adquirir altos niveles de wannabeismo: "mi hijo tiene que ser licenciado a toda costa". Pero en un entorno donde ser bestia es estar aut, y ser listo es ser papazote, pues la discriminación a los obsesos del conocimiento nomás no cuaja (a pesar de los valerosos intentos, la nerdfobia mexicana nació muerta). Y es que en las raíces llevamos la penitencia: el subconciente colectivo tiene un fetiche marcado por los echados pa´l frente, sean o no los más adecuados para las tareas. Y pus pensamos que el valentón lo es por inteligente: pobres tontos, ingenuos charlatanes. Y el nerd como el chinito: nomás milando.

Y mientras el entonces apócrifo nerd rozaba la gringofilia (todo un sector poblacional vasto y heterogéneo de nuestra actualidá) y tocaba las puertas de la nueva alfabetización, surge en medio de crisis económicas, de desastres naturales y de un desencuentro general - antecedente directo de nuestra inconexión con el entorno económico político social económico y de nuestra breve memoria a largo plazo -, el último boom genuino de cultura popular.

Si papá, hoy toca historieta.

Cabe hacer una importante precisión: los más jóvenes tienen pegadísima la mamada del cómic, término que nomás aplica a la literatura gráfica gringa. Salvo que las características narrativas tengan esa influencia, decir cómic mexicano es un apachurrón de genitales: desde mediados de los años cincuenta existe el término historieta. "Cuento" o "cuentito" es término de la señora que va al mandado, con antelación lleva a su mocoso con el voceador y le compra lo que sea para que permanezca idiotizado durante todo el shoping, previniendo las consecuencias de que ande hyper.

Hubo una época en que la literatura ilustrada mexicana era rica y abundante, manejando tantos géneros que si nos ponemos hablar de ellos, hoy no terminamos. Sólo haremos honrosas menciones, dejo en sus manos la importancia que ocupe en su vida: Andanzas de Aniceto, Hermelinda Linda, El Pantera, Memín Pinguín, Rarotonga, Chanoc, Kalimán, Nobleza Negra, Karmatrón y los Transformables, El Santos. Pido un aplauso para los mencionados y todos los que faltan.

En 1980, bajo esta dinámica de la cultura del pueblo y para el pueblo, el señor Paco Ignacio Taibo II decidió brindarle a los salvajes un entendimiento más amplio de la historia de México, a través de una serie de relatos que ubicaran a sus protagonistas y sus dramones en medio esas coyunturas clave de nuestro pasado que el consideró determinantes y relevantes para nosotros, los intelectualmente desprotegidos.

Bajo ese entendido, reunió a un selecto grupo de talentos artísticos, comandados por la familia Alatriste (el coordinador adjunto fue Sealtiel Alateriste Lozano, Sealtiel Alatriste Batalla dibujó el primer tomo y Mireya Alatriste Lozano coloreó algunos números) y asesorados por el finado investigador Guillermo Bonfil Batalla - acuñador de la frase "todos en el fondo somos indígenas", antecedente directo de "todos somos Marcos"-, crearon una suerte de novela gráfica, librito de texto escolar y e historieta histórica de 20 tomos; este proyecto se llamó México, historia de un pueblo, editado por la SEP y la Editorial Nueva Imagen.

Paso al costo mis números favoritos:

Tomo 1: Presagios




Tomo 4: La venganza del faisán y del venado




Tomo 12: ¡Adios, mamá Carlota!




Tomo 14: Los hombres del Alba




También paso al costo la relación de los otros números que obran en mi poder:

Tomo 6: El perseguido
Tomo 10: La Sangre derramada
Tomo 11: Águilas en el Polvo
Tomo 15: La Rebelión de los Hilanderos
Tomo 16: ¡A las Armas, Mexicanos!
Tomo 17: El Rostro Oculto
Tomo 18: Tierra y Libertad

Hoy, la cultura popular se reduce a los chain mails, Sky a 99 pesos la suscripción, Las Sensacionales Golosotas de la Cuadra y a esto. Que nos evangelizen de nuevo, por lo que más quieran.

Con este post cumplo uno de mis deseos secretos en la vida: compartir con alguien la existencia de estos libritos de a 60 pesos del sexenio de López Portillo. Sólo espero poder cumplir con otro de los deseos surgidos de esta colección: encontrar el número 2, que es la segunda parte del drama contenido en Presagios.

Mario: esta es la "gente pendeja" que se preocupa por hacer sangrar sus dedos (si asi se requiere, si hay placer no cuenta), con tal de hacer valer su arte. No es LA obra de corte histórico que salvará al mundo, sólo es un proyectito pendejorro que se quedó en los corazones de los que tuvimos un ejemplar en nuestras manos y que brindó satisfacción a sus creadores. Yo mismo aspiro a ser esta clase de pendejo algún día.

Continuará...

cc<...

¡¡Ándale!!

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Atte.

El Hijo de Nadie.

miércoles, noviembre 09, 2005

= El Geekameron: Prólogo =





Y asi comienza la nueva saga del blog de las estrellas.

Mañana, capítulo numero uno.

No deje de frotarse las manos de la emoción: contenido 100% geek, verdades fundamentales del modus vivendi del geek nacional, el caleidoscópico universo geek, la evolución del mondo geek de finales del siglo pasado hasta nuestros días y sobre todo: ¿que chinitos gallos tiene que ver todo esto con la bonita ilustración de aqui arriba?.

Continuará,
cc<,
¡¡ándele!!...


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Atte.

El Hijo de Nadie

viernes, noviembre 04, 2005

= Dias Inconexos =




El soundtrack de tu vida fue: Goldfrapp - Utopia (Felt Mountain, 2000).



Querido diario:

Lo único bueno de los días de asueto es que el hormiguero que invade la ciudad muere, aunque sea por unos momentos.

Pensaba dejar mi vida monástica digital y, para variarle, asistir a un Jalogüin común y corriente, pero no me fijé de la fecha y se me pasó - jo- ; lo único bueno de todo el asunto fue que encontré mi segundo rostro. Y fui felíz.

Tarde me enteré del sipisape que consiste en determinar qué es politicamente correcto: celebrar una fiesta pagana de los colonos de Yorkshire, o celebrar una fiesta pagana de los indígenas de Mesoamérica.

Quien sabe (y sabe bien), comprende que no existe exclusión entre una y otra: la primera es el tributo del temor a lo sobrenatural, a la maldad que se oculta en lo oscurito y que depreda en las noches, y que se suelta el chongo en esta, la noche más larga; la segunda es el tributo a los antepasados ya fenecidos, que han pasado a otro plano de existencia y que vuelven al mundo de los mortales a convivir con la familia y los seres queridos.

El equivalente inmediato es la población económicamente activa que labora en Tierra de Gringos, que vuelven al suelo en que han nacido en los dias no laborables a ver a la familia.

Aquí no se atenta con la mexicanidá de nadie: igual se come pan de muerto y calaveras de diabetes, igual hacemos el ridículo entre chocolate espumoso, cervezas y el puto frío.

El otro día quise vivir la vida de los yuppies que laboran de 9 a 9 y degustan de su vida social a altas horas y los fines de semana; para tal efecto me jui con mis alegres camaradas al domo digital Banamex (cuyo nombre real es Atmospherix, no se dejen chamaquear), y me uní a la orgía sensorial llamada Sonic Vision, que mezcla el mismisimo Moby y que me hizo sentir punzadas en la parte posterior del cerebro.

La semana muere lentamente, el fin de semana se perfila y juro que la canción que enarbola este blog me sumerge en un estado de inconexión con la dinámica metropolitana: hoy no estoy, mañana tampoco. Venga el Lunes y a lo mejor encuentra un post con ninguna utilidad práctica, salvo el hacerle morder los cachetes de la risa.

It's a strange day
No colours or shapes
No sound in my head
I forget who I am
When I'm with you
There's no reason
There's no sense
I'm not supposed
To feel
I forget who I am
I forget
Fascist baby
Utopia, utopia

My dog needs new ears
Make his eyes
See forever
Make him live
Like me
Again and again

Fascist baby
Utopia, utopia

I'm wired to the world
That's how I know everything
I'm superbrain
That's how they made me

Fascist baby
Utopia, utopia


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Atte.

El Hijo de Nadie