sábado, octubre 19, 2013

=La acera me da confort VII=

El soundtrack de tu vida fue: (The London) Suede - Trash





Sepa usted, apurado y acalorado lector, que la red de contactos e información que suelo consultar ha crecido considerablemente.



La última vez que me fijé, su nombre completo se leía Fuentes del Medievo, Asociación Civil sin Fines de Lucro No por Falta de Ganas Sino Porque la Crisis Está Ruda. En un gesto de amabilidad, nos otorga la confianza de denominarla Fuentes del Medievo, a secas.

Uno de sus puntos focales continua siendo la documentación de la fauna urbana, haciendo énfasis en ese grupo de candor inigualable, conocido por todos nosotros como La Sociedad de los Menesterosos Muertos.



Viviendo en el destierro gozoso, no me encuentro más en las inmediaciones de la colonia San Rafael, la cual se ha puesto tanto culturosa, con una pizca de posh, pretensa e infatuada.


Los corredores gourmet, las boutiques y galerías de arte han devastado el hábitat natural del una vez orgulloso gremio menesteroso, el cual se ha vuelto arisco, hosco, nocturno, oculto. Las ahora excesivamente limpias calles han puesto en peligro el delicado ecosistema urbano que alguna vez rebozaba en broza y grasa, en sudor y mugre, en dientes imperfectos y actitud indómita.

Hoy aprovechan los desórdenes generales, las manifestaciones, las celebraciones cívicas y uno que otro bailongo para salir con sus mejores trapos a dar la vuelta taciturna a las dos de la mañana, siendo el domingo el único día en que salen a la luz y a que les de el aire.

Uno de los nuevos corresponsales de Fuentes del Medievo, un polaco alegre y bonachón, por azares del destino nos consiguió la foto de una de las más manchegas luminarias de este blog; alguien que, en casi 9 años de existencia de este espacio no habíamos logrado capturar para la posteridad, el santo grial del estrellato desechable.



Gaudencio Flores Rosario es un menesteroso que todo lo ha probado, que todo lo ha vivido, que todos lo han pateado.

En sus 35 años de carrera menesterosa ha visto lo mejor y lo peor de la calle, conoce los rincones más exclusivos de las colonias populares, este es un personaje que no yace en cualquier calle: sólo las que tienen mugre de 1983, edición limitada.

Él conoce fuentes que todavía surten agua potable, tiene acceso exclusivo a los últimos baños públicos con sauna para caballeros, en horarios no laborables.


Gaudencio no pepena cualquier cosa: es conocido por frecuentar las todavía existentes pacas de ropa gabacha, que hoy sólo se distribuyen en algunos rincones inaccesibles de Pino Suárez. No viste gacho, viste gabacho.


Gaudencio conoce los mejores lugares para conseguir comida: los basureros de esos restaurantes donde los comensales mandan a tirar sendos manjares a la basura, porque fueron preparados con condimentos no orgánicos, y guisados con agua de este continente.


Amable audiencia de este blog, les presento a El Atreyu, menesteroso hipster del Centro Histórico. Y le va a los Pumas, decidan ustedes qué hacer con ese dato.



Alabadle y adoradle, desesperad y tratad de ser como él.



Una estrella más del blog de las estrellas.





=============================


Atte.


El Hijo de Nadie

= Coqueteo morboseo=


El soundtrack de tu vida fue: Donna Summer - Love To Love You Baby




Te conocí a la salida de un metro infestado por puestos ambulantes. Bastó una mirada para perder toda noción de propiedad.

Me hacía el casual mirando distraídamente mi reloj, el puesto de periódicos, la banqueta carcomida por el tiempo y los residuos insalubres de los puestos.

Por un momento intenté guardar la compostura, pero la impresión que causaste en mí fue tal, que poco a poco mi juicio fue cediendo, mi voluntad fue mermando, una cosa tomaba el control.

Pensarte de esta manera es una de las cosas que nunca quise, pero que aquí y ahora, me dejan desprotegido ante un sentimiento que no creí tener, mostrando un aspecto que no me atrevo a reconocer, ostentando una fealdad que ahora es mi realidad.

La verdad es que traía el antojo a flor de piel, y me sentía impregnado por la necesidad de probar eso, de lo que me gusta, pero que me asusta.


Sentía rendirme poco a poco a ese bajo deseo, me hallaba tragando saliva en una profunda disolución de mí: ahora soy un mamífero, un músculo, un instinto.

Flotaba entre el smog de la ruta 41, la suciedad del entorno sólo exacerbaba mi estado alterado: revolcarme y lamer la inmundicia del suelo es un acto más fino que el que tengo en mente para tí.

Como zopilote trasnochado te mosqueaba: pasaba dando vueltas alrededor tuyo con falso disimulo.

Traía en la garganta el pulso de mi corazón palpitando, sabiendo y negándome a saber, que entre tú y yo sólo había unos pasos, una intención, una entrega, un simple gesto.


Mis manos acariciaban discretamente el bolsillo del pantalón, buscado algún sosiego en su contenido; en algún punto la poca conciencia que me quedaba se volcó, todo lo veía a través de un túnel, mientras cruzaba el umbral que nos separaba.



Levanté la mano y dije:






- Buenas, ¿me da un pambazo para llevar comiendo?







=================================


Atte.

El Hijo de Nadie

sábado, octubre 05, 2013

=El sur fue mi Bagdad=


El soundtrack de tu vida fue: Los Prisioneros - Tren al sur



"El discreto encanto de la Avenida Universidad". Digital, circa 2013.




El sabio Beck dijo alguna vez: "El norte es mi Bagdad", a propósito de una cena a la que fue convocado, pues no tenía puntos de referencia para identificar el lugar de la cita.

En mi caso, era el sur de la ciudad el que fungió como territorio comanche toda mi juventud: agreste e ignota zona a la que se entraba y salía por vías principales, con mapa - con nativo en mano, o no se entraba.

Los años me fueron acercando a diferentes puntos del sur, y, aunque la aversión se fue desvaneciendo, la consideración de zona ajena, permanecía.



Razones para ir a "Bagdad" me sobraban:



-Iba cada mes por mis cómics a las 2 tiendas de la época: Cómics, S.A. en Avenida Universidad 1165-A, a unos metros del metro Coyoacan y enfrente del actual edificio de la Fundación BBVA Bancomer.


El mítico Hombre Araña trepado en la fachada de Cómics S.A., circa 1993. Fuente: Comicorp


Después de su desaparición, iba al sur a buscar mis cuentitos en Comicastle, que se localizaba en sendo local dentro de la Plaza Trico, afuera del metro Zapata.

El Onésimo Nemo alguna vez me acompañó;  por razones que ya no recuerdo, a la salida ya no nos era accesible el metro Zapata. Nos regresamos en un trolebús que entonces circulaba por Gabriel Mancera hacia Reforma, y huimos aquel entonces hacia nuestra normalidad, en la zona centro de la ciudad.


Comicastle: probablemente una de las tiendas que más duró después del boom de 1993. Fuente: Artes9



- También estaba el tianguis en el centro de Coyoacan, donde uno podía encontrar cosas tan inverosímiles como tetilla de rata deshidratada molida, artesanías oscurantistas de precio-origen insospechados, y cómics Novaro en condiciones de conservación aceptables. 

Eso, y entre fumarolas de incienso se podía bailar con odaliscas peinadas de media rasta a ritmo de tambor tribal hasta el anochecer.

Irse de pinta a Coyoacan era un "must do" cuando tenía grasa de bebé en el cuerpo. Ahora que sólo tengo grasa manchega, es un buen lugar para comer-pasear-tomar la nieve.

En 2008 el entonces denominado Tianguis Cultural Artesanal del Centro de Coyoacan fue desalojado, algunos tianguistas fueron canalizados al actual -y sumamente aburrido- Bazar Cultural Mexicano, en un terreno enfrente del Kiosco de Coyoacan.

Lo bueno de la vida está destinado a desaparecer, parece ser.


El tianguis, en su antiguo esplendor . Fuente: UAM


-La Alberca Olímpica siempre ha sido centro multiusos: centro de convenciones de historieta, deportivo, piscina, sede de circo.

Sin ningún punto de referencia, recuerdo haberme extraviado en pos de la convención y de la piscina; llegué gracias a otros norteados que me encontré sobre División del Norte. 

En aquel entonces descubrí el punto donde nace Eje Central, el cual surqué de regreso en una pesera zigzageante que me llevó hacia el Centro Histórico, y mi normalidad.




Próximamente: también la Alberca Olímpica será centro de culto de pasadita.




De adulto, la vida galante de un soporte técnico in situ y a "domeceleo" me trajo en diversas ocasiones al sur. 

Poco tiempo para el goce: sólo iba y venía en tránsito hacia y desde mi Bagdad.

Nunca me pude imaginar que, años después, iría a trabajar de manera constante en esta zona; ni que, ante el viacrucis de cruzar la ciudad todos los días de norte a sur, decidiera venirme a residir por aquí.


Ahora, desde mi destierro gozoso, mi Bagdad es mi hogar.

Y eso está bien.



========================================== 

 Atte. 


 El Hijo de Nadie