El soundtrack de tu vida fue: Siouxie And The Banshees - Hong Kong Garden (The Scream, 1978).
Sun Wukong es una figura mitológica china que data de los primeros sistemas teológicos chinos, anteriores al budismo y el taoismo. Entre los titulos que ostenta se encuentran cuidador de los caballos celestiales, gran sabio, equivalencia del cielo, victorioso buda guerrero, o el más conocido en occidente, el rey mono.
Nacido de un huevo de roca caótica -empollado durante un milenio por el aire y la lluvia-, empezó su vida como otro más de los monos de la creación, hasta que se atrevió a buscar la inmortalidad, y eventualmente la divinidad. Fue discípulo del patriarca Subhuti, con el que aprendió los secretos de la inmortalidad material, del combate y de las 72 formas terrenales de transformación, además de la técnica para caminar y montar a las nubes. Son Wukong creció arrogante ante sus nuevas habilidades y se punkeó a los otros discípulos de su maestro, el cual decidió expulsarlo no sin antes convencerlo con engaños, como si vaticinara la futura fama de su ex alumno, para nunca jamás revelar el nombre de su mentor.
Es cuando engaña a Aoguang, el gran dragón del este, para que le entregase el Rú Yì Bàng o gran báculo dorado, y chamaquea al bodhisattva Guanyin para que lo proveyera de vestimenta celestial, que el Rey Mono decide invadir el cielo e irrumpir en la corte del Emperador de Jade, con el propósito de convertirse en otro dios, sino es que en dios mismo. Para bajarle el temperamento, el Emperador de Jade le ofreció un lugar en su corte y en el Reino Celestial.
Entre desmanes, modales impropios, ninguneos en banquetes imperiales y rechazos de títulos nobiliarios chafas, Sun Wukong comete el peor error de etiqueta divina al tragarse los duraznos de la inmortalidad de la emperatriz Xi Wangmu y las píldoras de la indestructibilidad de Laozi, por lo que el Emperador de Jade ordena someterlo.
Después de derrotar a los 100,000 soldados celestiales, de patear a los 4 Reyes del Cielo, de que le echaran montón todas las deidades del panteón chino clásico, de que lo capturaran e intentaran cocinarlo durante 49 dias sin éxito, vino el mismísimo Buda y en una apuesta de infinita sabiduría y poder, acorraló y venció a Sun Wukong de un manotazo para que se estuviera sosiego, y le echó encima una montaña para aprisionarlo.
Ahí permanece por 500 años hasta que ofrece servir al monje Xuanzang, en su divina tarea de obtener los 3 sutras o textos divinos budistas del oeste (India), en los relatos de la novela clásica china Viaje al Oeste, escrita alrededor de 1590 durante la dinastía Ming, presumiblemente por el sabio Wu Cheng'en.
Es la fuente de inspiración de muchas novelas, cuentos, obras de teatro, series telenovelísticas y animadas del oriente, la más famosa es Dragon Ball.
Nacido de un huevo de roca caótica -empollado durante un milenio por el aire y la lluvia-, empezó su vida como otro más de los monos de la creación, hasta que se atrevió a buscar la inmortalidad, y eventualmente la divinidad. Fue discípulo del patriarca Subhuti, con el que aprendió los secretos de la inmortalidad material, del combate y de las 72 formas terrenales de transformación, además de la técnica para caminar y montar a las nubes. Son Wukong creció arrogante ante sus nuevas habilidades y se punkeó a los otros discípulos de su maestro, el cual decidió expulsarlo no sin antes convencerlo con engaños, como si vaticinara la futura fama de su ex alumno, para nunca jamás revelar el nombre de su mentor.
Es cuando engaña a Aoguang, el gran dragón del este, para que le entregase el Rú Yì Bàng o gran báculo dorado, y chamaquea al bodhisattva Guanyin para que lo proveyera de vestimenta celestial, que el Rey Mono decide invadir el cielo e irrumpir en la corte del Emperador de Jade, con el propósito de convertirse en otro dios, sino es que en dios mismo. Para bajarle el temperamento, el Emperador de Jade le ofreció un lugar en su corte y en el Reino Celestial.
Entre desmanes, modales impropios, ninguneos en banquetes imperiales y rechazos de títulos nobiliarios chafas, Sun Wukong comete el peor error de etiqueta divina al tragarse los duraznos de la inmortalidad de la emperatriz Xi Wangmu y las píldoras de la indestructibilidad de Laozi, por lo que el Emperador de Jade ordena someterlo.
Después de derrotar a los 100,000 soldados celestiales, de patear a los 4 Reyes del Cielo, de que le echaran montón todas las deidades del panteón chino clásico, de que lo capturaran e intentaran cocinarlo durante 49 dias sin éxito, vino el mismísimo Buda y en una apuesta de infinita sabiduría y poder, acorraló y venció a Sun Wukong de un manotazo para que se estuviera sosiego, y le echó encima una montaña para aprisionarlo.
Ahí permanece por 500 años hasta que ofrece servir al monje Xuanzang, en su divina tarea de obtener los 3 sutras o textos divinos budistas del oeste (India), en los relatos de la novela clásica china Viaje al Oeste, escrita alrededor de 1590 durante la dinastía Ming, presumiblemente por el sabio Wu Cheng'en.
Es la fuente de inspiración de muchas novelas, cuentos, obras de teatro, series telenovelísticas y animadas del oriente, la más famosa es Dragon Ball.
Todo este choriqueso es mera antesala para platicarles que salí de mi secuestro voluntario: habiendo sorteado toda clase de pruebas y sobrevivido al lado más apocalipto de la raza cósmica, logré estrenar no uno sino dos Windows Vista, los cuales instalé, configuré, prodigué amor, diseccioné, les dí chiche, los maleduqué, los timé y les metí los controladores a la fuerza y con mucha devoción.
Aplausos.
Eso si, la Poquianchis, testigo ocular de todo lo anterior, le nació la inspiración ante mis malabares, se decidió a entrar de lleno a la tecnofagia y se hizo de una LAP-TAP con el nuevo, mentado sistema operativo. Y es rosa.
Para esto ya habían pasado 3 días de trabajos forzados, y con la nueva onda de calor, sin suficientes líquidos, con el pelo largo porque no me dió tiempo de ir por mi casquete corto-orejas descubiertas-nuca cuadrada, siendo alimentado con la sobras del comedor donde fui capturado, con música de Santos & Johnny y sobre todo, con pocas horas de sueño y muchas de negreo.
En algún punto de mi viacrucis comencé a perder la noción del tiempo y el espacio; comencé a repetir frases relacionadas con la programación de XHGC de los años ochenta, sudaba la gota fría, veía borroso, la cabeza me palpitada, alucinaba a la virgen que me cantaba una de Alex Syntek, lloraba abajo de los escritorios, veía las ventanas en Aero y sentia vértigo. Una secretaría aseguraba que estaba hechizado e insistía en pasarme un huevo vegetariano y untarme loción Siete Machos.
Rápidamente, la Poquianchis y el Onésimo Nemo me sustrajeron de mi encierro, me colocaron debajo de una regadera y me dejaron como una hora abajo el chorro de agua fría. No fué suficiente, seguía diciendo puras pendejadas y juraba que eran los Enedinos que intentaban ahogarme y me maldecían en coreano. Incluso me metieron paletas de hielo en las orejas, todo resultaba inútil.
Consultando su acervo cultural, decidieron que lo único que me podía salvar, era un ritual Hoos.
Acompañados por la mamá de la poquis, me llevaron a la calle de Dolores, me sentaron en una mesa del restaurante Hong King, pidieron el menú 2 para cuatro personas y un ritual Hoos rojiverde con todo.
A continuación, un fragmento del video que grabaron los de National Geographic para ver sicierto.
Aplausos.
Eso si, la Poquianchis, testigo ocular de todo lo anterior, le nació la inspiración ante mis malabares, se decidió a entrar de lleno a la tecnofagia y se hizo de una LAP-TAP con el nuevo, mentado sistema operativo. Y es rosa.
Para esto ya habían pasado 3 días de trabajos forzados, y con la nueva onda de calor, sin suficientes líquidos, con el pelo largo porque no me dió tiempo de ir por mi casquete corto-orejas descubiertas-nuca cuadrada, siendo alimentado con la sobras del comedor donde fui capturado, con música de Santos & Johnny y sobre todo, con pocas horas de sueño y muchas de negreo.
En algún punto de mi viacrucis comencé a perder la noción del tiempo y el espacio; comencé a repetir frases relacionadas con la programación de XHGC de los años ochenta, sudaba la gota fría, veía borroso, la cabeza me palpitada, alucinaba a la virgen que me cantaba una de Alex Syntek, lloraba abajo de los escritorios, veía las ventanas en Aero y sentia vértigo. Una secretaría aseguraba que estaba hechizado e insistía en pasarme un huevo vegetariano y untarme loción Siete Machos.
Rápidamente, la Poquianchis y el Onésimo Nemo me sustrajeron de mi encierro, me colocaron debajo de una regadera y me dejaron como una hora abajo el chorro de agua fría. No fué suficiente, seguía diciendo puras pendejadas y juraba que eran los Enedinos que intentaban ahogarme y me maldecían en coreano. Incluso me metieron paletas de hielo en las orejas, todo resultaba inútil.
Consultando su acervo cultural, decidieron que lo único que me podía salvar, era un ritual Hoos.
Acompañados por la mamá de la poquis, me llevaron a la calle de Dolores, me sentaron en una mesa del restaurante Hong King, pidieron el menú 2 para cuatro personas y un ritual Hoos rojiverde con todo.
A continuación, un fragmento del video que grabaron los de National Geographic para ver sicierto.
Cuando recuperé la conciencia, me limpié la pólvora de mis zapatos, me dieron el resumen completo de lo que aqui les platico y me pasaron la cuenta del restaurante.
Fuimos por unos juegos de Wii y vivimos por siempre felices.
Colorín colorado, esto no está pasando.
Fuimos por unos juegos de Wii y vivimos por siempre felices.
Colorín colorado, esto no está pasando.
P.D. La Poquinachis y le Onésimo están oficialmente retirados del blog, pero se conservan fervientes lectores de diversos espacios y la hacen de descubridores de joyas bloggeras, son ellos los que me exigen contra mi voluntad y a base de chantajes sentimentales y manita de puerco, que les diga que se metan a la de ya al blog de Los Insanos y adoren la nueva corriente del Tremendismo Homográfico.
No apto para cardiacos, closeteros, señoritas virgencitas, menores de edad y asexuados.
¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?
Tengo a varios quejumbrosos que me reprochan quel video ni es, asi que alternativas les proporciono yo, porque su amo y señor Malakatonche soy:
1.- Aseguraos de tener bien instalado y configurado la última versión del adobe flash player, el link acá.
2.- Los codecs son unas babitas de perico que sirven para comprimir los vidios y que al ponerlos en sus documentos no ocupen el 90% de sus discos duros, tener muchos tipos de codecs ayuda a que puedan ver cualquier archivo de vidio; este en particular fue comprimido en mp4, por esto y muchas cosas más, les conviene tener instalado el Combined Community Codec Pack, para observar lo visible y lo invisible de los vidios online. Link acá.
Si nada de lo anterior sirve, mejor púshele acá al link del Google video, no verlo aqui equivale a tirar su computadora por la ventana porque no sirve para naá de naá.
Finé.
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Atte.
El Hijo de Nadie.
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