¿Ontoy?

El soundtrack de tu vida fue: Manic Street Preachers - Motorcycle Emptiness (Generation Terrorists, 1992)

Estaba el otro día preparando la partición para instalar SuSE 10 punto y garra, cuando me acordé que alguna vez tuve blog, que solía pasar horas-nalga en su elaboración, que me la pasaba leyendo en otros blogs los asuntos que no me competen, pero que les daba seguimiento riguroso cual ñora fodonga enbebida en su novela, sus subsecuentes repeticiones comentadas y sus adelantos exclusivos.

Pues bien: la última vez estaba agregando avances para el programa Plug & Play - que no era más que un remedo de post, un propósito de bloggear sin voluntad, por eso le paré a las aberraciones-, el cual ha ido evolucionando hasta convertirse en un foro de tecnología para todos, mezclado con talk-show andino con sabor a mesa de análisis de lo vano.

En algún momento quise comentar los cambios, unos behind the scenes y las rotaciones en el dramatis personae hasta la actualidá, pero las ocupaciones me absorbieron y la desidia me ganó. Todo ese choriqueso inédito lo podemos resumir en tres conclusiones:

1.- Yo no le hago a los monólogos, y este programa no se presta para ello, necesito una comparsa para ordenar mis ideas.

2.-Se le agradece infinitamente su aportación a los primeros invitados, desgraciadamente el buscar nuevos invitados y agendarlos para cada programa se fue complicando hasta volverse una tarea imposible. Se ofrecen unas atentas disculpas para los que no pudieron y se quedaron con las ganas, unos aplausos para los que grabaron y un abucheo y tropetillas para los que preguntaron por las pretensiones económicas, este es un programa radiofónico, no una cátedra en universidad gringa, quéseso.

3.- Cinthia Montiel es una tecnófaga consumada, una gadget freak en potencia y un niño bullie de la primaria en espíritu, su participación le da nuevos brios a las emisiones y hasta club de fans tiene.

Traducción: se pone muy bueno el argüende, procuren sintonizarlo los martes a las 17:00 hora del centro, o bajar su podcast en su micrositio-blog de Radio Mente Abierta.

Normalmente no cuento detalles de mi vida, primero porque qué les importa, coman torta, y segundo, porque este blog es antitedio, antirutina y anticéptico, mi existencia tiene su lado escabroso y cochambroso.

Pero me parece importante comentarles que por una burrada social, mi padre tiene daño cerebral, y por una burrada médica, es irreversible y su subsecuente deterioro es inminente.

Todo comienza años atrás, cuando descubro que tiene problemas para orinar, cuando le recomiendo que vaya a consulta con un urólogo y cuando proverbialmente me manda a ver si ya puso la marrana. El miedo a las posibles intervenciones quirúrgicas y su charro prejuicio al IMSS le han costado caro.

Diagnóstico.- retención de líquidos, filtración a extremidades inferiores, probable obstrucción del flujo sanguíneo al cerebro. Le sumamos 5 años de neglicencia personal a recibir pronta atención, y médica por parte de un médico general homeópata chochero, diabetes nivel 2 y una alimentación rica en grasas, y mi padre se ha convertido en un fardo que necesita de supervisión constante, y que ya no puede ir al baño solo.

Tragedias aparte, cabe hacer la mención que muchos de estos problemas se pueden evitar con suficiente anticipación por medio de un chequeo médico regular y un poco de criterio, ya es del siglo pasado los tabúes de pacotilla y las inhibiciones clínicas.

Vivimos en una época donde los síntomas que nos aquejan se pueden consultar con una búsqueda de Google, donde nos hacen parquetes de análisis clínicos a precios accesibles para detectar riesgos a la salud, donde por una mugre cuota anual tengo acceso a un servicio médico que, de no cotizar en el Seguro Social, me da derecho a atenderme de cualquier daño y enfermedad que se me atraviese en el camino.

En resumen: enfermarse como se enfermó mi padre en los albores del siglo XXI, es una reverenda mamada.


En fin, una vez que lo han estabilizado, y con su tratamiento programado, finalmente decido tomarme unas vacaciones - el stréss de mi agenda, los pedos de mi papá y la vida urbana ya me tienen dando vueltas por el piso, paredes y techo como cucaracha-; me fui a Puerto Escondido.

Yo siempre estoy moliendo que soy fauna urbana, que en la pradera me seco y me sale prurito en la costa. Lo que pasa es que lo estaba haciendo todo mal, pues Zicatela es el otro paradiso perduto: mar, arena, conexión inalámbrica, servicio de alimentos y bebidas a la playa, y surfers extranjeras, en bikini surcando las olas o tiradas al sol.

Tenía la creencia de que lo que estaba haciendo frente a la pantalla o en x café hojeando una revista era leer: finalmente terminé 4 libros que solia llevar al baño por episodios y conocí lo que es un escritor de verdad: Enrique Serna es el responsable de los guiones de las telenovelas que tu mamá ha repasado con azoro y sorpresa, y ha escrito las mejores novelas y cuentos cortos que se pueden encontrar. Tuve el gusto de leer Uno Soñaba que era Rey, el único e indiscutible retrato de la sociedad mexicana de los años 80, que inevitablemente se convierte en la explicación del lio y el ridículo en el que vivimos ahora.

Eso, y la desintoxicación que el mar hizo de mi sistema respiratorio y de mi cuerpo, porque tenía a cuestas mas toxinas que el monstruo de gila.

Los primeros días son la gloria y crees que esta es la manera correcta de vivir, hasta que llega la horda del defe al ritmo de Daddy Yankie, portando camisas del Monarcas y trajes de baño con tacones.

También descubrí que la piel morena y sus beneficios antisolares no es algo que se dé por sentado: es un beneficio que se debe ejercitar en la primera oportunidad de arena y sol, o terminas sufriendo como el yugoslavo promedio: tostándote de más -no le aunque el bloqueador solar factor 70 y el Solarcaine para las quemaduras- ardiéndote como camarón a medio cocer y, si no tomas tus providencias, mudando de piel como reptil una vez que te has separado del sol y regresas a la cotidianeidad.

No es nada agradable eso de andar por ahí, dejando un poco de ti en la alfombra, en los muebles, en la mesa y en la computadora del cliente.

Próximamente, las pocas fotos que saqué con mi celular -encargué una cámara Cybershot DSC H-7, que no tiene protección de pantalla porque en México "¿esoqueés?'" y sin funda, porque todavia aqui no llega- los comentarios extensos de la novela según Enrique Serna y mis impresiones de la que ahora estoy leyendo: Señorita México.

Ah, y también me la he pasado en Facebook, para qué les echo mentiras. Disfruten el Himno a Facebook.



Tán.

P.D. Mientras estaba en la playa, redescubrí al britpop y a los Manic Street Preachers, que inicialmente detestaba por su cover de Raindrops keep falling on my head, pero que ahora no dejo de escuchar gracias al soundtrack del dia de hoy. La letra es muy chaira, pero el espíritu del rock está ahi.





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Atte.

El Hijo de Nadie