El soundtrack de tu vida fue: Goldfrapp - Utopia (Felt Mountain, 2000).
Querido diario:
Lo único bueno de los días de asueto es que el hormiguero que invade la ciudad muere, aunque sea por unos momentos.
Pensaba dejar mi vida monástica digital y, para variarle, asistir a un Jalogüin común y corriente, pero no me fijé de la fecha y se me pasó - jo- ; lo único bueno de todo el asunto fue que encontré mi segundo rostro. Y fui felíz.
Tarde me enteré del sipisape que consiste en determinar qué es politicamente correcto: celebrar una fiesta pagana de los colonos de Yorkshire, o celebrar una fiesta pagana de los indígenas de Mesoamérica.
Quien sabe (y sabe bien), comprende que no existe exclusión entre una y otra: la primera es el tributo del temor a lo sobrenatural, a la maldad que se oculta en lo oscurito y que depreda en las noches, y que se suelta el chongo en esta, la noche más larga; la segunda es el tributo a los antepasados ya fenecidos, que han pasado a otro plano de existencia y que vuelven al mundo de los mortales a convivir con la familia y los seres queridos.
El equivalente inmediato es la población económicamente activa que labora en Tierra de Gringos, que vuelven al suelo en que han nacido en los dias no laborables a ver a la familia.
Aquí no se atenta con la mexicanidá de nadie: igual se come pan de muerto y calaveras de diabetes, igual hacemos el ridículo entre chocolate espumoso, cervezas y el puto frío.
El otro día quise vivir la vida de los yuppies que laboran de 9 a 9 y degustan de su vida social a altas horas y los fines de semana; para tal efecto me jui con mis alegres camaradas al domo digital Banamex (cuyo nombre real es Atmospherix, no se dejen chamaquear), y me uní a la orgía sensorial llamada Sonic Vision, que mezcla el mismisimo Moby y que me hizo sentir punzadas en la parte posterior del cerebro.
La semana muere lentamente, el fin de semana se perfila y juro que la canción que enarbola este blog me sumerge en un estado de inconexión con la dinámica metropolitana: hoy no estoy, mañana tampoco. Venga el Lunes y a lo mejor encuentra un post con ninguna utilidad práctica, salvo el hacerle morder los cachetes de la risa.
It's a strange day
No colours or shapes
No sound in my head
I forget who I am
When I'm with you
There's no reason
There's no sense
I'm not supposed
To feel
I forget who I am
I forget
Fascist baby
Utopia, utopia
My dog needs new ears
Make his eyes
See forever
Make him live
Like me
Again and again
Fascist baby
Utopia, utopia
I'm wired to the world
That's how I know everything
I'm superbrain
That's how they made me
Fascist baby
Utopia, utopia
===============================================
Atte.
El Hijo de Nadie
Lo único bueno de los días de asueto es que el hormiguero que invade la ciudad muere, aunque sea por unos momentos.
Pensaba dejar mi vida monástica digital y, para variarle, asistir a un Jalogüin común y corriente, pero no me fijé de la fecha y se me pasó - jo- ; lo único bueno de todo el asunto fue que encontré mi segundo rostro. Y fui felíz.
Tarde me enteré del sipisape que consiste en determinar qué es politicamente correcto: celebrar una fiesta pagana de los colonos de Yorkshire, o celebrar una fiesta pagana de los indígenas de Mesoamérica.
Quien sabe (y sabe bien), comprende que no existe exclusión entre una y otra: la primera es el tributo del temor a lo sobrenatural, a la maldad que se oculta en lo oscurito y que depreda en las noches, y que se suelta el chongo en esta, la noche más larga; la segunda es el tributo a los antepasados ya fenecidos, que han pasado a otro plano de existencia y que vuelven al mundo de los mortales a convivir con la familia y los seres queridos.
El equivalente inmediato es la población económicamente activa que labora en Tierra de Gringos, que vuelven al suelo en que han nacido en los dias no laborables a ver a la familia.
Aquí no se atenta con la mexicanidá de nadie: igual se come pan de muerto y calaveras de diabetes, igual hacemos el ridículo entre chocolate espumoso, cervezas y el puto frío.
El otro día quise vivir la vida de los yuppies que laboran de 9 a 9 y degustan de su vida social a altas horas y los fines de semana; para tal efecto me jui con mis alegres camaradas al domo digital Banamex (cuyo nombre real es Atmospherix, no se dejen chamaquear), y me uní a la orgía sensorial llamada Sonic Vision, que mezcla el mismisimo Moby y que me hizo sentir punzadas en la parte posterior del cerebro.
La semana muere lentamente, el fin de semana se perfila y juro que la canción que enarbola este blog me sumerge en un estado de inconexión con la dinámica metropolitana: hoy no estoy, mañana tampoco. Venga el Lunes y a lo mejor encuentra un post con ninguna utilidad práctica, salvo el hacerle morder los cachetes de la risa.
It's a strange day
No colours or shapes
No sound in my head
I forget who I am
When I'm with you
There's no reason
There's no sense
I'm not supposed
To feel
I forget who I am
I forget
Fascist baby
Utopia, utopia
My dog needs new ears
Make his eyes
See forever
Make him live
Like me
Again and again
Fascist baby
Utopia, utopia
I'm wired to the world
That's how I know everything
I'm superbrain
That's how they made me
Fascist baby
Utopia, utopia
===============================================
Atte.
El Hijo de Nadie
5 comentarios:
Me gusto la imagen.. Todo muere algun momento, que suerte no?
De poca tu post, de verdad. Què bueno que alguien se tome esto en serio. ;)
yuppie tu madre que sí trabaja de 9 a 9 pero succionando
mmmjjjmmmmjjmmm chale.
tan tan....
A lo que iba: Saludos!!!
uy, yo quiero saber del mail a-ya-sabes-quién, que contribuyó para ya-sabes-qué.
chisme, chisme, morbo, morbo.
me encantan las imagenes voladoras.
palabra verificadora: aborty.
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