domingo, diciembre 19, 2004

=Gabriel Zaid. Lectura y conversación=


La noche del Viernes 17 de Diciembre de 2004, fue la fecha marcada por el destino como la gran gala que inicia la vida literaria del benemérito Humberto Beck, hijo predilecto de las masas culturales, hombre de monumentales pensamientos, de un talento sin precedentes, de una humildad y sencillez que nosotros, los marranos de esta década, no nos merecemos, pero que disfrutamos por nuestra salvación y la de las letras mexicanas.
La antisolemnidad fue la orden de la noche, la antipresentación cumplió con su cometido: Un crítico Froylán de Mazatlán fogueó al laureado escritor, denostó y acuñó su futuro estandarte, por lo que a partir de este momento, Humberto Beck es el lider del movimiento de los escritores orgánicos, la nueva vanguardia ilustrada de este siglo. Un Vladimir sugirió la canonización de las ideas y la figura del autor, haciendo una comparación entre el papel de Humberto Beck en nuestra sociedad y la integración del todo universal en cada uno de nosotros a partir del pensamiento oriental marcial que algunos llaman "The Path of the warrior"; un Sr. Duplancher habló desde el fondo de su corazón, mostrando su aprecio y cariño por el mas noble de los intelectuales, su profundo respeto como maitré de maitrés de los bardos regiomontanos y como el entrañable amigo, la gran persona que Humberto es.
Agradable la gala que se convirtió en desenlace de la presentación, donde Chico Ché puso a bailar a la alegre concurrencia, un brasileño le cantó al alcohol, algunos ayes lastimeros y otros grandes éxitos musicalizaron el ambiente; lamentablemente, unos cristianos, fieles cofeligreses de Humberto Beck, nos abandonaron antes de tiempo, de lo que se perdieron.
Entre los invitados, se supo de una embajadora bloggera que iba de incógnito, la cual se negó a revelar su identidad, a fin de no perjudicar el delicado balance que existe entre el mundo real y el bloggoverso. Baste saber que los bloggeros mandaban sus mejores deseos y vitoreaban al camarada y hermano homenajeado.
Un gran evento merecía un gran cierre: una banda de valientes forajidos escapamos del fragor de la celebración hacia lontananza, con un buen sabor de boca y nuestros mejores deseos.
En horabuena, Dr. Beck. Posted by Hello

1 comentario:

Humberto dijo...

Sirva este medio para manifestar nuevamente mi agradecimiento a M. Malakatonche por su atenta y destacada intervención en la organización, animación y consumación de la amena velada de la anti-presentación. Sin sus ejemplares contribuciones gráficas (como la que ilustra el presente post) la anti-presentación hubiera sido otra cosa, bastante menor al gran evento que fue, gracias a la generosidad de los presentadores, del público presente y de amigos entrañables como DonOmar.